sábado, 15 de noviembre de 2014

TEST DE CAMPO HACIENDO TRAS COCHE

Ayer era uno de los días donde más disfruto entrenando, si haciendo tras coche, a mucha gente no le gusta porque es duro la verdad y te suele llevar al límite siempre y cuando tengas a una persona que sabe y te conoce hasta que con tan solo una mirada sabe lo que debe hacer, en mi caso cuanto con la mejor, ella es Amaia. Es una suerte poder contar con alguien que te ayude hacer tras coche y que encima de hacerlo a la perfección te conozca tanto que sepa cuáles son tus límites y hasta dónde puede llegar, muchas gracias como siempre mi vida ya que sin ti todo esto no sería posible.
El día de hoy se basaba fundamentalmente en hacer un pequeño test de campo simulando una carrera e intentando darlo todo encima de la bici. Estos entrenamientos son muy buenos ya que vas cogiendo ritmo, cadencia y acostumbras al cuerpo a trabajar a unas pulsaciones altas como si de una carrera se tratase, aunque tampoco hay que excederse mucho en estos entrenamientos tanto de tiempo de entrenamiento como de asiduidad en las semanas, yo personalmente me gusta hacerlo 1 vez cada 3 o 4 semanas, pera ver como he ido mejorando y cogiendo poco a poco más ritmo.
El recorrido elegido fue la vuelta a Izarra saliendo hacia Nanclares, Montevite, Kuartango, Izarra, Murguia, Alto de Zarate, Gopegui, Foronda, Lopidana y para finalizar en Vitoria de nuevo.
 
La verdad es que fue un día bástate duro, ya no solo por el entrenamiento en si sino porque hizo mucho viento durante todo el recorrido, da igual para donde fuéramos que entraba el aire de lateral con lo que en algunos tramos del recorrido se hacía peligroso y había que bajar un poco el pistón y estar más atento.
Durante todo el entrenamiento Amaia de vez en cuando pegaba mini-latigazos para que respondiera a ellos, y os puedo asegurar que nunca elegía en llano ni en bajada siempre en repechos y subidas que le dejaban a unos las patas suaves, suaves,..... y he de decir que en todos ellos aguante muy bien y sin problemas, se ve que los entrenamientos de arrancadas y sprines cortos están dando su fruto.
Desde Vitoria hasta Subijana Morillas fue bastante duro, era cuando más pegaba el aire, pero manteníamos la esperanza que cuando giráramos hacia Izarra el viento nos daría de culo, pero las leyes de Murphy hicieron de las suyas y en Subijana el viento pegaba algo más fuerte y de costado y claro no era plan de ponerse hacer abanicos con el coche en una carretera, así que a achucharse y sufrir algo más de lo debido, jeeee.
Ya casi llegando a Izarra hay un pequeño alto que esta mas reguarnecido y que se dejó de notar el viento y fueron los 3 km más a gusto que hice y eso que eran para arriba pero no daba el aire de costado y pude disfrutar.
 
Ya en Izarra y hasta Murguía más de lo mismo con el vientecito de marras y como estaba habiendo un poco de circulación pues bajamos un poco el pistón ya no solo para no entorpecer el trafico sino también para que pudiera recuperar antes de hacer el último esfuerzo del día que era subir el Alto de Zarate.
La subida a el Alto de Zarate la verdad es que son 2 km y no son muy duros la pendiente media de del 4% y tiene una pendiente máxima del 12% corta pero se hace bastante dura ya no solo haciendo tras coche sino por el dichoso aire de las narices que hasta en la subida hizo acto de presencia. También hay que decir que cuando llegué a Zarate empezaba a encontrarme algo flojo porque la tensión del entrenamiento sumada a la tensión del viento que había que estar muy atento y tener mucho cuidado hacen que te vayas desgastando sin darte cuenta, la tensión que mala compañera es de los ciclistas y mía sobre todo.
La subida no fue tan mala para la época en la que estamos (27 segundos menos que en Junio de este año) y sobre todo por el día de ayer con tanto viento, pero estoy tranquilo porque todavía queda mucho tiempo y esto acaba de empezar como quien dice.
Después poco a poco hacia Vitoria por Gopegui con más de un latigazo de Amaia que me dejo las piernas tostaditas, jejejee.
Al final del entrenamiento las sensaciones fueron muy buenas, duro eso sí, aguante muy bien los latigazos, casi sin esfuerzo por lo que se ve que los entrenamientos específicos de sprines están dando su fruto. Por lo demás muy bien, contento con el entrenamiento pero sobre todo porque lo hago disfrutando con la persona que más quiero y más me apoya y cuida pero sobre todo la paciencia que tiene conmigo y con el ciclismo, me siento el hombre más afortunado del mundo a su lado.
 
 
 
 
 
 

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